20.3.09

El volante de nuestro vehículo


No lo vimos venir, pero descuidamos el volante de nuestro vehículo.
Las luces de la carretera vienen y se alejan
y tú y yo seguimos aun plantados en el mismo suelo en el que nos detuvimos.

¡Si tan sólo me reconocieras! ¡Si tan sólo supieras quién soy!
Pero parece que se hace tarde y nuestros rostros aun no se identifican.
¡Hay muchas cosas por hacer, tanto qué decir!
...Y sin embargo todo parece en vano, si lo pensamos una noche más,
por kilómetros nos aislaremos, estando en el mismo espacio.

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